El que nuestros empleados puedan solicitar bajas por enfermedad me parece una idea progresista y positiva, pero debido a una experiencia personal creo que están relativamente mal planteadas en tanto que resulta complicado asegurarse de que no te están timando. Mi experiencia personal fue la siguiente: uno de mis empleados tuvo un accidente de coche que en principio no fue nada grave, pero al tiempo comenzó a quejarse de molestias en la cadera y comenzó a cojear, así que fue al médico y solicitó la baja. Hasta donde yo sabía, se trataba de una lesión leve que acabaría curando, pero empezó a pasar el tiempo y no recibía ningún tipo de actualización sobre su estado, y decidí contratar a un detective privado porque sospechaba que estaba ocurriendo algo extraño. Según lo que me comentó el detective, le había visto realizar recados cotidianos sin ningún tipo de cojera, incluso conducir o correr un poco más rápido para coger un autobús, por lo que tenía pruebas de que me estaba mintiendo. ¿Cómo habría podido probar esto yo sin un detective privado? Creo que no habría podido, de ahí mi cuestionamiento.