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Hacer una mala presentación cuesta poco, pero sale muy caro...

Publicado por soliveres
lunes, 07 de julio de 2014 a las 12:28

Construir una presentación ya sea de tu proyecto, de tu empresa o de un producto en concreto puede crear ansiedad, nervios, y despertar todos esos fantasmas que nos visitan cuando vamos a presentar frente a un auditorio al que “se supone” que vamos a vender. Y digo “se supone” entre comillas porque lo que en la práctica hacemos o vemos es, en un porcentaje elevado, el efecto contrario.

Dejamos pasar la oportunidad de ganar clientes y lo que acabamos haciendo es perder el tiempo.

Los nervios previos a la presentación, la falta de costumbre son normales cuando nos imaginamos solos delante de un grupo de gente que espera que le cuenten algo, algo interesante, pero no vamos a hablar de la manera en la que desarrollamos una presentación, la comunicación no verbal, los tiempos, el tono de voz, la postura… para eso tendríamos que escribir varios post más…

Nos vamos a centrar en la presentación en sí, en el mensaje que quiero transmitir y en la elección de mis slides y de los conceptos clave que queremos comunicar.

Todo dependerá del tiempo que tenga, del público al que me vaya a dirigir, pero independientemente de ésto hay una tarea previa que en cualquier caso tengo que pensar, reflexionar y trabajar antes de realizar cualquier presentación…

¿Qué quiero comunicar?

Lo primero que debemos hacer es centrar el mensaje en los cuatro o cinco argumentos fuerza sobre los que vamos a trazar la historia, el hilo de mi presentación, ¿Os parecen pocos? Pues bien, está demostrado que no somos capaces de recordar más de dos o tres conceptos por presentación, de nada sirve cargar mi presentación con muchos datos, cifras y argumentos que dispersan el mensaje y que al final tu público, con esfuerzo, ni siquiera recuerda.

Una vez escogido cuáles van a ser tus argumentos en función de tu audiencia, dibuja una estrategia de comunicación “story board”, y en este sentido podemos utilizar varias alternativas que funcionan muy bien en una presentación, contextualiza una situación cotidiana, normal del día a día donde tu público pueda verse reflejado y resalta (sin miedo a parecer exagerado) un problema y/o necesidad que, cómo no, tu, tu empresa, tu proyecto o tus productos/servicios solucionen. De este modo conseguirás que tu ponencia gane fuerza, esté justificada y despierte la credibilidad en el auditorio. También es interesante y funciona muy bien la estrategia del “tele tienda”:

. Pon una portada y un título impactante, no tengas miedo de utilizar un tipo de letra grande.

. Utiliza imágenes contundentes que refuercen tu mensaje. Tu público lee tus diapositivas mucho más rápido de lo que tú las hablas ¡no los aburras!

. No pongas mucho texto, las personas que están en la sala quieren oírte y verte a ti si quisieran leer un documento te lo pedirían por email.

. No descuides el cierre, resume al final de la presentación y cierra con una llamada a la acción a tu web, a tu blog …

Os voy a contar un ejemplo, un caso que además viví hace apenas unos días y que fue el motivo por el que me decidí a escribir este post.

Me encontraba como público en un encuentro empresarial y de networking, en el primero de los talleres que se organizaron trataba sobre innovación empresarial, en la mesa varios ponentes exponían casos de “éxito” y metodologías que ayudaban a los emprendedores a conseguir el éxito y a innovar en sus modelos de negocio.

Uno de los ponentes con además experiencia en el mundo del asesoramiento y la formación a emprendedores centraba su exposición de 15 minutos sobre un trabajo que estaban desarrollando desde el 2009, creo recordar, sobre un centro de “excelencia” en el que ayudan a los emprendedores y empresas que así lo quieran a innovar. ¿Cómo? Pues a través de un programa y de una metodología centrada en desarrollar nuevas maneras de llegar al mercado, los clientes, talleres formativos… Llegar a este resumen de su ponencia no ha sido fácil, también cuenta mi capacidad de imaginar y de inventar.

¿Por qué digo esto? Porque si me centrara en contar lo que en esos 15 minutos se transmitió, desde luego podría decir cualquier otra cosa.

¿Cómo es posible que teniendo la oportunidad de transmitir, contar una historia, ilusionar a un auditorio, en el que algún que otro emprendedor había, además de otras instituciones, empresas que quieras o no pueden recomendarte, presentes tu proyecto sentado en modo “mono-tono” con unos slides que parecían sacados de una enciclopedia?

¿Hablamos de un “centro de excelencia” donde se trabaja la innovación, la creatividad, la cooperación, sinergias… donde les decimos a los emprendedores que deben de hacer las cosas diferentes si quieren resultados diferentes, y cuando nos dan la oportunidad de vender la dejamos pasar? Sinceramente es una pena, que todo el trabajo que se haga luego luzca tan poco.

Y esto lo traslado a cualquier emprendedor o empresa que esté pensando en presentar sus servicios, sus productos, que ya lo está haciendo y que quiera mejorar en sus presentaciones. Somos capaces de cuidar hasta el más mínimo detalle en nuestros productos, en nuestros servicios y cuando tenemos la oportunidad de contarlo metemos la pata.

Hacer presentaciones de Impacto, vendedoras, no es difícil, simplemente hay que centrarse en argumentos fuerza, en la propuesta de valor, contándolo desde tu experiencia o la de alguien, pero siempre contando una historia, hacerlo desde el corazón porque sólo así lo haremos con pasión y como diría un profesor que tuve hace ya algunos años: ésto se aprende como cuando uno quiere pilotar un avión, con horas de vuelo…

Una tarde, éso es sólo lo que tendrías que dedicar para saber defenderte y hacer presentaciones comerciales, muy visuales y que facilitan que tu discurso sea ágil, dinámico e impactante. Después quedarían las “horas de vuelo”…

¿Quieres mejorar tus presentaciones y hacerlas en menos tiempo?

Parece sencillo pero nadie lo hace.

¡Pruébalo!

“Argumentos, si- pero también Narración. Cuando nuestras vidas desbordan información y datos, ya no basta con ofrecer un argumento efectivo. Siempre habrá alguien capaz de encontrar un contraargumento que rebata tu argumento. La esencia de la persuasión, la comunicación y la comprensión de uno mismo ha pasado a englobar también la destreza a la hora de elaborar una historia convincente”. Daniel H. Pink, “Con una nueva mente”.

La atención es un recurso escaso no lo desperdicies cuando tengas la oportunidad.

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