El efecto anfitrión

Vender es uno de los trabajos más importantes que existen en nuestra sociedad.

En una empresa no sucede nada hasta que no se cierra una venta. La venta se puede ver como una simple ocupación o como una profesión, dependiendo siempre de la actitud que cada uno de nosotros tome hacia ella. Puede ser una forma de ir tirando o una de las profesiones mejor pagadas del mercado. Son las actitudes y las actividades de cada uno las que determinan si vender es una ocupación o una profesión.

Pero vender no es nada fácil, a menudo el vendedor se encuentra en una montaña rusa emocional que avanza arriba y abajo y que parece que nunca se detendrá. (El nivel de rotación en el mundo de las ventas roza el 57%, es decir, que más de la mitad de las personas que entran el mundo comercial abandonan a los 2 años). Porque es cierto que no todo el mundo está hecho para la venta. No todo el mundo vale para vender y para soportar la tensión emocional que supone dedicarse a esta forma de vida.

En un entorno en el que los productos y servicios son cada vez más indistinguibles y teniendo en cuenta que la Tecnología nos ha traído un nuevo tipo de cliente, que consume una superabundancia de información, lo que marca la diferencia no es el conocimiento perfecto de las especificaciones del producto, las necesidades aprendidas en los cursos de técnicas de venta, etc., sino eXperiencias emocionales que darán una ventaja a quien sepa manejarlas mejor.

Hace años descubrí que el mundo comercial en el que me había iniciado mi andadura profesional y para el que pensaba que tenía ciertas habilidades y actitudes estaba muy alejado de la verdadera realidad en la que me estaba sumergiendo. Esto, lejos de desalentarme, me produjo una conciencia luchadora que me introdujo en el estudio y la investigación de la búsqueda de la fórmula del éxito en este mundo comercial.

Nadie nace comercial. Nadie te enseña a ser comercial. Se trata de un aprendizaje voluntario y personal que te lleva a desarrollar una actitud de indestructible autoconfianza y entusiasmo, independientemente de lo que ocurra a nuestro alrededor.

Ayudar a las personas a iniciar y seguir en este camino con una nueva perspectiva en la que no existen limitaciones salvo aquellas que uno mismo se pueda autoimponer se ha convertido en mi manera de vivir, yendo de empresa en empresa, de ciudad en ciudad “evangelizando”con esta verdad en la que creo.

Me convertí en un profesional de las ventas dando un salto cualitativo y cuantitativo en mi carrera profesional y todo empezó con un cambio de actitud mental.

Mediante el cambio de tus actitudes internas, en lo referente a la mente, se pueden llegar a cambiar los aspectos externos de tu propia vida.